30/6/2004 – HOMENAJE AL Gral. PERÓN

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DIPUTADO SOCIALISTA HECTOR POLINO,  EN LA SESION DEL DIA 30 DE JUNIO DE 2004, EN LA QUE SE RINDIO HOMENAJE AL GENERAL JUAN D. PERON  Sr. […]

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DIPUTADO SOCIALISTA HECTOR POLINO,  EN LA SESION DEL DIA 30 DE JUNIO DE 2004, EN LA QUE SE RINDIO HOMENAJE AL GENERAL JUAN D. PERON

 Sr. Presidente (Camaño).- Para el mismo homenaje tiene la palabra el señor diputado por la Capital. 

Sr. Polino.– Señor presidente: en nombre del bloque del Partido Socialista quiero decir que adherimos al homenaje que esta noche tributa esta Cámara. Y lo hacemos desde un partido que fue opositor al gobierno del general Perón. En su momento hemos tenido profundas, serias y graves disidencias. Formamos parte de esa lucha que vivió la Argentina y que forma parte de la historia de este país. 

            Pertenezco a una generación que en su momento no tenía términos medios, y nos enfrentamos todos en una lucha por el bien del país. Cada uno creía ver que en lo que hacía y en lo que decía estaba representando de la mejor manera los intereses del pueblo argentino.

        Como lo dijo aquí el señor diputado Ubaldini, el socialismo reivindica en este país –y ya es reconocido por todo el abanico político‑ la iniciación de la lucha en defensa de los derechos de los trabajadores. Desde estas bancas, Alfredo Palacios, Juan B. Justo, Enrique del Valle Iberlucea, Mario Bravo, Nicolás Repetto y tantos otros proyectaron e idearon la legislación en defensa de los trabajadores.

 Muchas de esas leyes salieron de estas cámaras, pero luego gobiernos conservadores se las ingeniaron para birlarlas y seguir explotando a los trabajadores. Y tenemos que reconocer que luego el peronismo, desde el gobierno, hizo posible que esas leyes tuviesen vigencia en el país y fuesen cumplidas por los empresarios, y a su vez se proyectaron leyes nuevas en defensa de los derechos del pueblo trabajador.

 Hoy, señor presidente, queremos superar esas antinomias del pasado. Eso forma parte de la historia del pasado, que cada uno de nosotros reivindica: los peronistas reivindican la  lucha  que  llevaron  a  cabo  en  su  momento, con  sus aciertos y sus errores, y nosotros – que estuvimos enfrentados al peronismo- también la reivindicamos y no tenemos la pedantería de no reconocer que también hemos cometido errores.

            Sobre los errores de los peronistas y de los antiperonistas cabalgaron las fuerzas reaccionarias de este país e impusieron su política en contra del pueblo argentino, que lo conformábamos los peronistas y los que no lo éramos. Ambos hemos sufrido las consecuencias de los sectores minoritarios de la Argentina, que cuando no pudieron acceder al poder por el camino pacífico de las urnas fueron a golpear las puertas de los cuarteles y sacaron a los militares a las calles para que asaltaran el poder y desde ahí gobernaran en contra de los intereses de la inmensa mayoría del pueblo argentino. Y así nos ha ido.

           Hoy estamos viviendo un nuevo proceso político en la Argentina con millones de desocupados, millones de víctimas de este genocidio social producido por una política conservadora. Miles de chicos sobreviven revolviendo los tachos de basura en la ciudad más opulenta de la República: la ciudad de Buenos Aires.

             ¿Cuál es el mejor homenaje que podríamos rendir al general Perón, con el cual hemos tenido profundas discrepancias? Ponernos por encima de estas antinomias del pasado a fin de coincidir en una propuesta común para enfrentar a los grupos minoritarios del país ‑minoritarios numéricamente, pero poderosamente fuertes desde el punto de vista económico‑ y elaborar tres, cinco o diez ideas fuerza que permitan poner de pie a la Argentina, reactivar el aparato productivo e incorporar a muchos argentinos que hoy son parias al mercado laboral a fin de que puedan vivir dignamente, y para que nunca más un chico tenga que revolver los tachos de basura para poder sobrevivir.

             El mejor homenaje es que todos asumamos estos compromisos para luchar por las grandes causas de este país, para luchar por las asignaturas pendientes que existen. Todos hemos cometido aciertos y errores; reconociendo los errores con espíritu crítico es la única manera en que vamos a superar este difícil momento por el que estamos atravesando, y rendir el mejor homenaje a aquel que luchó y tuvo la suerte de gobernar nuestro país en tres oportunidades. (Aplausos.)