Creación del Programa de Monitoreo Preventivo a la Contaminación con Compuestos Volátiles en Viviendas.

“PROGRAMA DE MONITOREO PREVENTIVO A LA CONTAMINACIÓN  CON COMPUESTOS  VOLÁTILES EN VIVIENDAS” .

 

Artículo 1: Créase el programa de monitoreo preventivo a la contaminación con compuestos  volátiles en viviendas .

 

Artículo 2: La Secretaría de Ambiente Humano y Desarrollo Sustentable, juntamente con el Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación y todas aquellas Provincias que adhieran a la presente ley, instrumentarán un monitoreo del aire del interior de las viviendas a escala nacional por el término de un año, considerando las densidades  demográficas en relación directa con las viviendas a monitorear de acuerdo a las áreas elegidas por los responsables del programa.

 

Artículo 3: Las personas que intervendrán como voluntarias deberán ser padres de dos hijos menores de 17 años de edad y que habitualmente permanecen no menos de un 60 % del día en la vivienda.

 

Artículo 4: Se dispondrá previo al monitoreo de los voluntarios, un análisis de los antecedentes de la salud de los mismos. Los hospitales harán chequeos mensuales y dicha información será remitida a los organismos mencionados en el artículo segundo.

 

Artículo 5: Se desarrollará durante el plazo establecido en el artículo segundo, un monitoreo de las viviendas que habitan los voluntarios. Entre otros estudios se medirán las composiciones gaseosas que circulan en la vivienda durante el día, identificadas claramente y registradas, para ser cotejadas con los resultados que arrojen los estudios mencionados en el artículo cuarto.

 

Artículo 6: La evaluación de los resultados serán divulgados por padres e hijos voluntarios monitoreados, quienes transmitirán en los centros educativos las precauciones que los organismos mencionados en el artículo segundo recomendarán a fin de evitar contaminación en los interiores de viviendas y mitigar el cambio climático. 

 

Artículo 7: Se hará un estudio comparativo de los niveles de contaminación en las calles más cercanas a fin de ser cotejadas con los niveles de contaminación de las viviendas monitoreadas.

 

Artículo 8: Esta propuesta será transmitida a los  países participantes de la Conferencia de los Estados Partes de la Convención de Cambio Climático.

 

Artículo 9: De forma.

 

 

 

 

FUNDAMENTOS

 

Sr. Presidente:

         Según un estudio realizado en 44 ciudades de los Estados Unidos, un habitante pasa el 60 % de su vida en su vivienda, el 24% en el trabajo, el 7% en otros edificios, un 6% en medios de transporte y sólo un 2% al aire libre. Teniendo en cuenta este promedio se advierte la importancia que debe tener la calidad del aire interior y la salud de los ambientes cerrados en los que la gente habita, trabaja, estudia, viaja o se divierte. Se denomina edificio enfermo, aquel cuyo deficiente diseño y deterioro -por el inadecuado mantenimiento- afecta a sus ocupantes ocasionándoles un síndrome caracterizado por cefaleas, problemas respiratorios, irritación ocular, embotamiento, fatiga y/o falta de concentración.

 

         En los últimos veinte años el problema de la contaminación interior ha empeorado debido al aumento de utilización de aislamientos con el fin de ahorrar energía y el uso de nuevos materiales de construcción. Estos liberan pequeñas cantidades de sustancias químicas que dañan la salud.

 

         Los suelos, las aguas subterráneas, los materiales de construcción, (lajas, mármoles, pizarras, que según su origen pueden emitir radón, gas cancerígeno que en los Estados Unidos es la segunda causa de cáncer de pulmón), los revestimientos, los defectos de los equipos de aire acondicionado, el encerado de los pisos, el empleo de insecticidas, desinfectantes, limpiadores, desodorantes y los gases de combustión son algunos de los contaminantes del aire interior que se han encontrado comúnmente en las viviendas.

 

         Las construcciones habitacionales  herméticas con calefacción central, facilita la concentración de contaminantes de la combustión. La aparición de toda una nueva gama de métodos y materiales de construcción, lentamente liberan  pequeñas cantidades de agentes químicos perjudiciales para la salud.

 

         El Gobierno de Gran Bretaña ha encomendado una investigación a escala nacional, demostrando que las viviendas construidas después del año 1980, tienen niveles tres veces más altos de formaldehído – un gas emanado del pegamento utilizado en amoblamientos enchapados- que las casas antiguas.

 

 

 

 

 

 

 

         Según el Doctor Jeff Lewellyn quien es un experto en el tema y pertenece  al organismo gubernamental Building Research Establishment, aseguró que la calidad del aire exterior preocupaba menos a las autoridades que la atmósfera que se respira en la mayoría de las viviendas.

 

         Dentro de las casas los niveles de sustancias contaminantes son aproximadamente diez veces más altos que los que se encuentran en el exterior. Lewellyn afirma  que en algunos casos son 20 o 30 veces mayores.

 

         Los productos habituales, como líquidos limpiadores, o refrescantes de ambientes, contribuyen a la contaminación con compuestos orgánicos volátiles.

 

         Se ha comprobado que durante las duchas calientes se generan cantidades significativas del gas tóxico cloroformo, que es liberado cuando el agua clorada se transforma en vapor. También se ha encontrado tetracloroetileno, sustancia química utilizado con animales de laboratorio produciendoles cáncer.

 

         Las alfombras, han registraron altos niveles de metales pesados e incluso pesticidas industriales arrastrados en la suela de los zapatos. La falta de luz solar dentro de las casas hace que el proceso de degradación de estos pesticidas sea más lento que en el exterior.

 

         Wayne Ott, un científico ambientalista de la Agencia de Protección Ambiental norteamericana, afirmó que, si depositáramos en baldíos, camiones de tierra con la misma concentración de químicos tóxicos que poseen la mayoría de las alfombras, esos lugares serían considerados un riesgo para la salud pública.

 

         Según el Doctor Paul Harrison, Jefe de Toxicología del Consejo de Investigaciones Médicas del Instituto de Salud Ambiental de los Estados Unidos de Norteamérica, la cocción de gas es una de las fuentes más significativas de gases contaminantes, como monóxido de carbono y dióxido de nitrógeno. Las altas concentraciones de monóxido de carbono producen la muerte en seres humanos.

 

         El monóxido de carbono es un gas contaminante sin olor , color, ni sabor. Aún en bajas concentraciones, su capacidad para bloquear el transporte de oxígeno a los tejidos puede producir efectos sobre el sistema nervioso central, disminuyendo la agudeza visual y el discernimiento de la luminosidad y la velocidad de respuestas motoras.

 

 

         El dióxido de nitrógeno en las casas puede exacerbar problemas respiratorios en  adultos y en mayor medida a los niños. Esta situación puede derivar en la intensificación de los resfríos y el consiguiente riesgo de infección con virus respiratorios.

 

         La alta contaminación gaseosa en las grandes ciudades, se puede comparar con los niveles de dióxido de nitrógeno similares a los de una cocina de gas utilizada para preparar un almuerzo.            

 

         Una vivienda puede poseer las dimensiones adecuadas (ventanas y puertas) suficientes para mantener una correcta ventilación y renovación del ambiente o del aire interior por el aire externo. Pero si el aire interior está contaminado (escape de automóviles) el aire que renueva la vivienda será inadecuado.

 

La mala calidad del aire interior de las viviendas, afecta principalmente a los mayores de edad, y a los enfermos, quienes pasan la mayor parte de su tiempo en la casa, advirtió Harrison. Si la gente está preocupada acerca de la contaminación ambiental en las calles, también debería estarlo acerca de la calidad del aire que respira en su hábitat.

 

Colaboraron en la elaboración de este proyecto el Ingeniero Juan Carlos Vera y el  Dr. Walter Trusoni de la Alianza Mundial de Derecho Ambiental (E-Law).

 

         Por lo expuesto, solicito el pronto tratamiento y aprobación del presente proyecto de Ley.