Establecimiento del Programa Preventivo de los Efectos de Radiaciones Ultravioletas (UV-B)”. 2344-D-98 | 340-D-02 |435-D-00 | 2707-D-04

LEY SOBRE “PROGRAMA PREVENTIVO DE LOS EFECTOS

DE RADIACIONES ULTRAVIOLETAS (U.V- B)”

 Artículo N° 1: Establécese el “Programa Preventivo de los Efectos de Radiaciones Ultravioletas (UV-B)”.

 Artículo N° 2: Según lo establecido en el artículo primero se implementarán: un “Sistema de Información Pública” y un “Sistema de Capacitación Docente”.

 Artículo N °3: El Sistema de Información Pública se llevará a cabo a través de los medios masivos de información gráficos, radiales y televisivos y estará dirigido  a la población, mediante un informe diario de la intensidad de las emisiones de rayos ultravioleta (UV-B) y sus posibles repercusiones en la salud humana.

 Artículo N° 4: El “Sistema de Capacitación Docente” permitirá la capacitación de los docentes voluntarios en forma gratuita. Su función será la de crear conciencia en la prevención del cáncer de piel en los centros educativos donde se dicten clases respecto de los efectos de los rayos UV-B.

 Artículo N° 5: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

 

 FUNDAMENTOS

 Señor Presidente:

 Inmunodeficiencia: la radiación UV-B afecta las defensas inmunológicas de la piel. Aunque las investigaciones recién empiezan, se ha detectado una exacerbación de las infecciones producidas por el virus del herpes , tanto Invitro como en experimentos de laboratorio.

 Cáncer: los rayos U-B alteran el Código genético (ADN) de las moléculas de nuestra piel, originado un desórden celular que puede llevar el cáncer.

 

                                   Según la O.N.U, la disminución de un 10 % en la capa de ozono producirá un aumento anual del 26% de cáncer de piel.

 

Daños oculares: los principales efectos de la radiación UV-B sobre los ojos son keratitis y cataratas, en una frecuencia que aumenta considerablemente en las poblaciones con fuerte exposición al sol.

 

                                   Según las previsiones de la O.N.U., la disminución del 1% del grosor de la capa de ozono incidirá en el aumento del 0,6% al 0,8% de casos de cataratas.

 

Incremento de la toxicidad atmosférica: en la troposfera (capa atmosférica más cercana a la tierra) el aumento de radiación UV-B determina una mayor reactividad de los contaminantes químicos suspendidos en las áreas urbanas e industriales, dando lugar a compuestos potenciales tóxicos. El ozono es un gas corrosivo para los seres vivos, hasta el punto de ser empleado como desinfectante. Un exceso de ozono a ras del suelo puede causar dolor de pecho, congestión, endurecimiento pulmonar y llagas en la garganta. Es de difícil control, debido a la gran cantidad de precursores químicos del ozono que liberamos a la atmósfera constantemente (vapores de estaciones de servicio y de los caños de escapes, emisiones de fábricas y hornos a gas,)

 

                                   La radiación UV-B es especialmente nociva para el fitoplacton (base de la cadena alimentaria marina) y las bacterias que proporcionan alimento al fitoplacton. A su vez, de este dependen el zooplacton y el krill (pequeño crustáceo parecido al camarón). Estos son un importantísimo eslabón de la cadena alimentaria, al constituir el alimento de otras especies de mayor tamaño, así como el pingüino , la foca, y otros.

 

                                   La disminución de la población de las especies, situadas en la base de la pirámide alimentaria a causa de la capa de ozono, afectaría a la totalidad del sistema.

 

Efectos sobre la agricultura:

 

                                   En general, puede afirmarse que la radiación UV-B produce alteraciones en el ADN, fotosíntesis, polinización, germinación y crecimiento de las plantas.

 

                                   Entre las más afectadas se encuentran la cebada, la avena, algunos tipos de arroz, el maíz, la soja: así como vegetales como el tomate, el pepino, coliflor y otros, cuya producción se ve reducida y su morfología alterada bajo la influencia de una mayor radiación UV-B. La rapidez del avance del problema y la lentitud de los procesos naturales de adaptación hacen muy difícil que esta se produzca a tiempo.

 

                                   Por otro lado, si las especies sensibles se debilitan y las más resistentes proliferan, podría producirse un desequilibro ecológico sin precedentes en la historia de la tierra.

 

SITUACIONES EN NUESTRO PAÍS:

 

                                   El cambio climatológico se puede ver reflejado en la tardía llegada del otoño porteño.

 

                                   Año tras año el frío tarda más tiempo en llegar y los veranos son cada vez más cálidos. El llamado efecto invernadero  -que entre otras cosas es producto de la combustión de combustibles fósiles y la desaparición de bosques-  concentra el vapor de agua y anhídrido carbónico en la atmósfera.

 

                                   Esta concentración provoca que las temperaturas sigan subiendo y se estima  que para el año 2050, la concentración será tan alta que tal vez la temperatura aumente varios grados en su valor promedio.

 

 

                                   Según una proyección efectuada por las Naciones Unidas, de continuar con el ritmo actual de deforestación en el mundo, la temperatura global aumentaría seis grados. En Buenos Aires, la marca media del verano seria de 45 grados, con una sensación térmica de 50 grados.

 

                                   Además, la suba térmica daría origen a una serie dramática de trastornos climáticos: el deshielo de los casquetes polares, el aumento del nivel de los mares, un cambio de ciclo de las cosechas y migraciones masivas de gente que buscaría áreas más fértiles y seguras para asentarse.

 

                                   Los gases que están siendo emitidos en la actualidad serán activos por el término de un siglo. Al enorme problema de los gases en ascensión, se le debe sumar las enormes cantidades de CFC (clorofluorcarbonados) que están atrapados  en las heladeras, equipos de aire acondicionado, matafuegos, que en algún momento serán liberados a la atmósfera, si no se toman medidas.

 

                                   Estas argumentaciones son más que suficientes para aprobar la propuesta de generar a través de los medios gráficos, radiales y televisivos  -al igual que se lo hace para la temperatura y los niveles de polución en la Ciudad de Buenos Aires-  un informe diario sobre las radiaciones de los rayos UV-B radiación ultravioleta – B, con la correspondiente recomendación de las precauciones que hay que tomar en cada caso para evitar los daños a la piel humana y a la vista que puede provocar una exposición prolongada.

 

                                   Por estos motivos solicito el pronto tratamiento y aprobación del presente proyecto de ley.