14/12/2004 – Combatir la evasión fiscal con respecto a las Cooperativas de Trabajo

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DIPUTADO HECTOR POLINO, EN LA REUNION CONJUNTA DE LAS COMISIONES DE PRESUPUESTO Y HACIENDA, LEGISLACION DEL TRABAJO, Y PREVISION Y SEGURIDAD SOCIAL, CELEBRADA EL 14 DE […]

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DIPUTADO HECTOR POLINO, EN LA REUNION CONJUNTA DE LAS COMISIONES DE PRESUPUESTO Y HACIENDA, LEGISLACION DEL TRABAJO, Y PREVISION Y SEGURIDAD SOCIAL, CELEBRADA EL 14 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2004.

 En la misma se consideró un proyecto del Poder Ejecutivo Nacional, destinado a combatir la evasión fiscal con respecto a las Cooperativas de Trabajo

 Sr. Presidente (Snopek).- Tiene la palabra el señor diputado Polino. 

Sr. Polino.- Voy a cuestionar severamente ‑lo haré brevemente aquí y como corresponde en el recinto‑ el inciso b) del artículo 5º. Este inciso dice textualmente: “Los asociados a cooperativas de trabajo son empleados en relación de dependencia, de quien utilice sus servicios para la consecución del objetivo principal de su propia actividad.” 

Si son empleados en relación de dependencia no estamos hablando de cooperativas de trabajo, sino de empresas capitalistas. Esto es un verdadero contrasentido, es un disparate, que –reitero‑ voy a explicarlo en detalle en el recinto.

Las cooperativas de trabajo son entidades autogestionarias donde se confunde en la misma cabeza el capital y el trabajo que forma parte de ellas, ya que se trabaja porque se hizo aporte de capital. No debe existir relación de dependencia, hay una relación de carácter asociativo. 

Ahora bien, desde hace unos años escuchamos cada vez con más frecuencia el fraude que se produce utilizando la figura de las cooperativas de trabajo. 

Sr. Presidente (Snopek).- ¿El señor diputado se está refiriendo al inciso b) del artículo 5° del dictamen en consideración? 

Sr. Polino.- Sí, señor presidente, lo dije al comienzo de mi exposición. 

Sr. Presidente (Snopek).- Le preguntaba, porque sólo se da en caso de que no haya prueba en contrario.

Sr. Polino.- Entonces, todos somos ladrones, todos somos delincuentes hasta que consigamos un certificado de honestidad. Esto es un verdadero disparate, señor presidente. 

¿Para qué existe el Instituto Nacional de Acción Cooperativa y Mutual? ¿Por qué no ejerce sus funciones de fiscalización y control? ¿Para qué existe en cada provincia un órgano local competente vinculado con esta tarea? ¿Los órganos locales competentes que existen en cada provincia son todos cómplices con el órgano nacional? 

Si ninguno cumple con su tarea de fiscalización, entonces disolvamos los órganos de control. 

Esto de tener órganos de control que supuestamente no controlan, nos hace presumir que son todas cooperativas “truchas” hasta que se pruebe que son honestas y auténticas. Esto no existe en ninguna legislación de ningún país de la Tierra.

En realidad, esto es un contrasentido, dado que desde la Casa Rosada se está haciendo una prédica en torno de las cooperativas de trabajo. Creo que debemos ser coherentes. Digo esto, porque desde el Estado se está estimulando y fomentando las cooperativas de trabajo, pero al mismo tiempo se envía un proyecto al Parlamento para frenarlas y perseguirlas.           

Supongamos que existan cooperativas “truchas”. Quisiera saber por qué aquellas que son auténticas pasan a tener la categoría de “truchas”. Entonces, los trabajadores pasan a estar en relación de dependencia y las cooperativas auténticas tienen que demostrar que lo son, que no hay relación de dependencia y, por ende, que existe una relación de carácter asociativo.       

Estimo que se está invirtiendo la carga de la prueba. Frente a la inoperancia o complicidad de los órganos de control resulta que los auténticos pasan a estar en la misma categoría que los fraudulentos y deben presentar una prueba de autenticidad. Realmente esto es un disparate.

 Junto al presidente de la Comisión de Asuntos Cooperativos y Mutuales, señor diputado Romero, estuvimos charlando hace algunos días con las autoridades de la AFIP para demostrarles el error que esto representaba.

 Señor presidente: todavía estamos a tiempo. No usemos el pretexto de combatir la evasión para atacar a las cooperativas de trabajo que en su inmensa mayoría son pequeñas empresas formadas por sus propios dueños.

 La señora diputada Camaño expresó que hay cooperativas de trabajo “truchas”. Ella fue ministra de Trabajo de la Nación. Desde ese lugar y desde esta Cámara de Diputados –como integrante del bloque de la mayoría y del partido gobernante que tiene en sus manos el control- pudo haber tomado las medidas necesarias para combatir las cooperativas “truchas”.

 Además, desde hace años, vengo luchando en esta Cámara para que se dicte una ley específica en materia  de cooperativas de trabajo. Sin embargo, los bloques mayoritarios nunca propiciaron su tratamiento.

 ¿Por qué no se dictó ese marco normativo específico? Tengo un proyecto que data del año 1984, cuando era secretario de Estado, referente a las cooperativas de trabajo. Pasaron veinte años y nunca el Congreso sancionó una ley al respecto. Ahora tomamos el atajo para involucrarlas y criticarlas en su conjunto.

 Esto no puede ser, salvo que realmente se las quiera combatir. ¿Por qué no se combate a las grandes empresas privatizadas de servicios públicos que hasta el día de hoy siguen cobrando honorarios de gerenciamiento?

 ¡Es una vergüenza! ¿Saben por qué hacen esto? Para eludir el pago del impuesto a las ganancias. Estoy hablando de honorarios de gerenciamiento del 3 por ciento sobre el total de la facturación bruta, después de doce años de privatizada la empresa. Esto es para evadir al fisco. ¿Cómo la AFIP no se da cuenta de esta situación?

 ¿Por qué hacen la vista gorda con las grandes empresas que tienen poder económico? Porque hacen lobby; viajan a Europa a rendir cuentas permanentemente con los representantes de los países europeos a los cuales pertenecen dichas empresas.

 ¿Por qué no se ataca el problema de las grandes cadenas de supermercados o de los grandes laboratorios medicinales? Nos hacemos los fuertes con las cooperativas de trabajo y después nos llenamos la boca con discursos desde el poder, diciendo que las estamos apoyando. Esto es una verdadera hipocresía, señor presidente.